Nuestro propósito diario cuando hablamos de gestión del tiempo es poder finalizar todo lo que teníamos planeado para ese día. Sólo son 24 horas de las que al menos 1/3 ya las hemos usado en dormir.
Si viviéramos en el mundo ideal, no habría factores internos y externos que de algún modo u otro pudieran alterar nuestra actividad diaria, pero ya sabemos que esto no es así.
Vamos a analizar algunos de esos factores y en qué medida podemos evitar que nos afecten en nuestro cumplimiento diario.