Una vez más las nuevas tecnologías como el Big Data van a tener una gran repercusión, ya que el uso de metodologías y análisis de datos permite optimizar los procesos de selección, emprender acciones que eviten la fuga de talento, evaluar el desempeño de los empleados, etc.
El desafío de los recursos humanos está en saber descifrar qué datos son importantes y cómo utilizarlos.
No obstante, hay que decir que todavía les queda un mundo por delante pues en ese aspecto todavía están muy por detrás de otros departamentos como Marketing o Finanzas, que ya llevan años usándolo.
Uno de los desafíos a los que se enfrentan los recursos humanos es captar y retener el talento mediante el compromiso emocional de los empleados.
¿Cómo conseguimos que un empleado esté contento en su puesto de trabajo? ¿Con dinero? No siempre.
La retribución económica ha dejado de ser un factor determinante para que un empleado se quede a largo plazo en una empresa, destacando por encima otros factores:
- Oportunidades de promoción interna: un trabajador estancado o sin posibilidad de promocionar es un trabajador desmotivado, que a la larga será menos productivo.
- Buen clima laboral: tan sencillo como ir a la oficina y encontrar buen rollo entre los compañeros.
- Conciliación de la vida profesional y personal: si ganas muchísimo dinero, pero pasas 12 horas en la oficina, personalmente no me compensaría.
- Flexibilidad horaria: dentro de unos márgenes, que permitan al empleado administrar su tiempo de trabajo a la hora de entrar o salir del mismo.
- Beneficios sociales: muchas empresas están ofreciendo descuentos u ofertas en seguros, restaurantes, dentista, gasolina que probablemente compensarán a más de uno.
Ahora no sólo llegan candidatos a las oficinas, también hay que salir a buscarlos, captarlos y retenerlos.